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Cirugía reparadora, ¿qué es y cómo se emplea?

La Cirugía Plástica, Estética y Reparadora es una especialidad de la medicina. Esta titulación se consigue tras completar los seis años de medicina y posteriormente cinco años de residencia vía MIR. 

Dentro de ella el cirujano se forma y se especializa en técnicas de cirugía reconstructiva y reparadora, así como en otra rama muy diferente que es la cirugía estética. 

Es bastante habitual confundir conceptos y en ocasiones se crea confusión cuando se habla de cirugía plástica, debido sobre todo a que se relaciona con las operaciones de estética.

Sin embargo, las intervenciones de cirugía reparadora incluyen técnicas cuyo objetivo es mucho más que solo verse bien.

¿Qué es la cirugía reparadora? ¿Qué usos tiene? Desde Cirugía plástica y reparadora responden a estas cuestiones.

¿Qué es la cirugía reparadora?

La cirugía reparadora, también llamada reconstructiva, es una rama dentro de la especialidad de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora que busca devolver a una zona del cuerpo tanto su forma como su función. Esto implica reparar tejidos dañados, desde la piel hasta el hueso, pasando por músculos, nervios o tendones.

Para realizar estas intervenciones se requiere el conocimiento de una gran cantidad de técnicas, más o menos complejas que se emplean en función de la reconstrucción que se necesita. Algunas veces se trata de injertos, otras de cirugías más complejas como las microcirugías y en la mayoría de los casos en combinaciones de técnicas para recuperar la zona dañada.

Por tanto, se trata de una cirugía bastante compleja, que tiene diversos usos.

Campos en los que se emplea la cirugía reparadora

La cirugía reconstructiva se puede agrupar en distintas áreas según las zonas de tratamiento:

  • Reconstrucción mamaria. Se suele realizar tras una mastectomía, casi siempre debido a un cáncer de mama, y es una de las operaciones reparadoras más frecuentes. Se suele hacer con implantes o usando tejidos propios del paciente para hacer una reconstrucción autóloga, dependiendo de los casos.
  • Cirugía reparadora de extremidades. Este tipo de cirugías se realizan en pacientes que tienen problemas de cobertura o tejidos dañados en brazos, manos, piernas o pies, bien sea debido a accidentes o por secuelas de otras cirugías. En estos casos se utilizan diversas técnicas para poder reparar la zona afectada.
  • Cabeza y cuello. Se encarga de recuperar daños estéticos y funcionales que afectan a la cabeza y el cuello. Por ejemplo los debidos a extirpaciones por cáncer o las parálisis faciales.
  • Tumores y secuelas. Algunos tumores causan daños en los tejidos, y una vez eliminados es necesario realizar una operación de reconstrucción para reparar lo lesionado y devolver al paciente el máximo confort para su vida cotidiana.
  • Quemaduras. El tratamiento del paciente quemado y sus secuelas es una parte importante de la labor de la cirugía reparadora hospitalaria. En este ámbito suelen ser habituales la utilización de injertos de piel.

Existe un componente psicológico importante en esta rama de la especialidad, ya que los pacientes han sufrido algún daño previo, bien sea por accidente, lesión o por cáncer. El objetivo de estas cirugías es devolver al área dañada el aspecto más similar en cuanto a forma, función y estética. Una operación reparadora devuelve la confianza al paciente de forma considerable, mejorando su calidad de vida.