Caracteristicas de la identidad nacional
Definición de identidad nacional
Como fenómeno colectivo, la identidad nacional puede surgir como resultado directo de la presencia de elementos de los «puntos comunes» en la vida cotidiana de las personas: los símbolos nacionales, la lengua, la historia de la nación, la conciencia nacional y los artefactos culturales[6].
La expresión de la identidad nacional vista de forma positiva es el patriotismo, que se caracteriza por el orgullo nacional y la emoción positiva de amor a la patria. La expresión extrema de la identidad nacional es el chovinismo, que se refiere a la firme creencia en la superioridad del país y a la extrema lealtad hacia el propio país[1].
La identidad nacional no es un rasgo innato y se construye esencialmente de forma social[7]. La identidad nacional de una persona es el resultado directo de la presencia de elementos de los «puntos comunes» en la vida cotidiana de las personas: los símbolos nacionales, la lengua, los colores, la historia de la nación, los lazos de sangre, la cultura, la música, la cocina, la radio, la televisión, etc. [Bajo diversas influencias sociales, las personas incorporan la identidad nacional a sus identidades personales adoptando creencias, valores, suposiciones y expectativas que se alinean con la propia identidad nacional[9]. Las personas que se identifican con su nación consideran que las creencias y los valores nacionales tienen un significado personal y traducen estas creencias y valores en prácticas cotidianas[1].
Ejemplo de identidad nacional
A menudo, en el contexto de la marca de lugar, se oye hablar o escribir sobre la marca de nación. Pero ¿qué es una nación, por qué nos sentimos parte de una nación y qué papel desempeña el discurso, especialmente los medios de comunicación, en lo que percibimos como identidad nacional? He aquí algunas reflexiones y reflexiones a partir de la revisión de la literatura sobre el tema.
Podría decirse que la descripción más conocida de una nación es la concepción de Benedict Anderson (1983) de que las naciones son comunidades imaginadas. Son imaginadas «porque los miembros, incluso de la nación más pequeña, nunca conocerán a la mayoría de sus compañeros, ni se reunirán con ellos, ni siquiera oirán hablar de ellos, pero en la mente de cada uno vive la imagen de su comunión» (Anderson, 1983, p. 15).
Martin (1995) y Wodak, De Cillia, Reisigl y Liebhart (1999) han identificado el lenguaje y el discurso como los medios esenciales a través de los cuales se presenta la singularidad y distinción de una comunidad y sus valores particulares, lo que los convierte en un instrumento clave en la construcción social de las comunidades imaginadas.
Elementos de la identidad nacional
3Según el filósofo israelí Avishai Margalit, «pertenecer a una forma de vida nacional significa estar dentro de un marco que ofrece sentido a la elección de las personas entre alternativas, permitiéndoles así adquirir una identidad» (Margalit, 1997, 83). El filósofo estadounidense Oldenquist lo expresa así «La identidad social que [es decir, la gente] siente con su grupo suele ser un elemento fuerte y definitorio de sus personalidades». (Oldenquist y Koller 1997) Y aquí está el filósofo quebequense K. Nielsen, que parte de la necesidad de autoidentidad o autodefinición de la persona y termina instando a la necesidad de un Estado-nación para cada grupo etno-nacional:
4Otro filósofo canadiense, Charles Taylor, ha propuesto, con algunas reservas, un argumento lingüístico a favor de la identidad nacional (Taylor, 1993, 33-34). Lo describe como derivado del Romanticismo y muestra mucha simpatía por él, pero al final declina sabiamente respaldarlo él mismo. Según la reconstrucción de Taylor, tiene cinco pasos. Las condiciones de nuestra identidad son indispensables para «ser sujetos humanos plenos». Ahora bien, el polo crucial de la identificación es «la lengua/cultura y, por tanto, la comunidad lingüística». La disponibilidad de la comunidad lingüística es indispensable para ser un sujeto humano pleno. Por supuesto, uno tiene derecho a exigir que se respete su condición de sujeto humano. Implícitamente, uno tiene derecho a exigir que se respeten «las condiciones de nuestra comunidad lingüística como polo viable de identificación». Permítanme finalmente explicitar el último paso, implícito en el título del capítulo de Taylor, «¿Por qué las naciones tienen que convertirse en Estados? (Taylor, 1993): la condición para que la comunidad sea un polo viable de identificación es que se convierta en un Estado.
Definición y ejemplos de identidad nacional
Los datos empíricos resultaron muy difíciles de obtener. Se realizaron varias entrevistas breves con personas cuyas opiniones se consideraron valiosas. Además, busqué edificios, esculturas, calles, etc. que pudieran tener algún significado para el arte nacionalista en el Líbano. Sin embargo, con este último esfuerzo, los resultados no fueron muy satisfactorios. La información más valiosa la recogí en la entrevista que se presentará más adelante en el documento.
En este proceso de «nacionalización cultural» el arte pasa a formar parte de la generación de una tradición inventada. El arte nacionalista declara la música, la pintura, el vestido, la comida, etc. como parte de una cultura nacional distinta. Las ceremonias se hacen accesibles a todo el mundo para celebrar los sentimientos nacionales. Los medios de comunicación se convierten en el vehículo de publicación masiva. En cuanto a la calidad del arte, debe ser lo suficientemente general como para ser aceptable para la mayoría de la gente y lo suficientemente específico como para no mezclarse con otras identidades culturales[3]. Bajo estas premisas, David E.W. Fenner define el arte nacionalista como tal: