Nervios en el estómago
salud

Nervios en el estómago

Sensación de mariposa en el estómago sin motivo

Si alguna vez se ha dejado llevar por su instinto para tomar una decisión o ha sentido “mariposas en el estómago” cuando está nervioso, es probable que esté recibiendo señales de una fuente inesperada: su segundo cerebro. Escondido en las paredes del sistema digestivo, este “cerebro en el intestino” está revolucionando la comprensión de la medicina de los vínculos entre la digestión, el estado de ánimo, la salud e incluso la forma de pensar.
Los científicos llaman a este pequeño cerebro sistema nervioso entérico (SNE). Y no es tan pequeño. El SNE son dos finas capas de más de 100 millones de células nerviosas que recubren el tracto gastrointestinal desde el esófago hasta el recto.
A diferencia del gran cerebro del cráneo, el SNE no puede hacer el balance de la chequera ni componer una nota de amor. “Su función principal es controlar la digestión, desde la deglución hasta la liberación de enzimas que descomponen los alimentos, pasando por el control del flujo sanguíneo que ayuda a la absorción de nutrientes y la eliminación”, explica el doctor Jay Pasricha, director del Centro de Neurogastroenterología del Johns Hopkins, cuyas investigaciones sobre el sistema nervioso entérico han atraído la atención internacional. “El sistema nervioso entérico no parece capaz de pensar como lo conocemos, pero se comunica con nuestro gran cerebro, con resultados profundos”.

Sistema nervioso del estómago

La gastroparesia es una enfermedad en la que el estómago no puede vaciarse de alimentos de forma normal. Los síntomas son ardor de estómago, náuseas, vómitos y sensación de saciedad rápida al comer. Los tratamientos incluyen medicamentos y posiblemente cirugía.
La gastroparesia, que significa parálisis parcial del estómago, es una enfermedad en la que el estómago no puede vaciarse de comida de forma normal. Si se padece esta enfermedad, los nervios y músculos dañados no funcionan con su fuerza y coordinación normales, lo que ralentiza el movimiento del contenido a través del sistema digestivo.
Se trata de una afección común en personas que han padecido diabetes durante mucho tiempo, pero también puede darse en otras situaciones. La gastroparesia puede diagnosticarse erróneamente y a veces se confunde con una úlcera, un ardor de estómago o una reacción alérgica. En personas no diabéticas, la afección puede estar relacionada con el reflujo ácido.
La gastroparesia está causada por una lesión nerviosa, que incluye daños en el nervio vago. En su estado normal, el nervio vago contrae (tensa) los músculos del estómago para ayudar a mover los alimentos a través del tracto digestivo. En los casos de gastroparesia, el nervio vago está dañado por la diabetes. Esto impide que los músculos del estómago y del intestino funcionen correctamente, lo que impide que los alimentos pasen del estómago a los intestinos.

Síntomas de estrés y problemas estomacales

Todos entendemos lo que significa tener una “corazonada” o sentir un apretón en las tripas cuando te das cuenta de que se te ha pasado un plazo importante. Pero, ¿cómo es posible que las emociones se experimenten en las tripas? En los últimos 10 años se han producido muchos avances científicos que han mejorado enormemente nuestra comprensión de cómo están conectados el cerebro y el intestino y cómo podemos mejorar la salud intestinal a través de la medicina mente-cuerpo.
El sistema digestivo tiene su propio sistema nervioso, llamado sistema nervioso entérico. Tiene más de 100 millones de terminaciones nerviosas y, en muchos sentidos, puede controlar la digestión de forma independiente, sin que uno sea consciente de ello. El sistema nervioso entérico ha sido apodado nuestro “segundo cerebro”. Este cerebro intestinal está íntimamente conectado a nuestro “gran cerebro” a través de una red de vías nerviosas y los dos sistemas nerviosos comparten muchos de los mismos neurotransmisores para facilitar la comunicación. De hecho, ¡el 95% de la serotonina se encuentra en el intestino! Esta vía bidireccional se conoce como el eje cerebro-intestino y supone una comunicación de momento a momento para controlar la digestión. Esta vía explica por qué el estómago puede empezar a rugir al ver un jugoso filete, antes incluso de que la comida llegue al estómago.

Estómago nervioso ibs

Los investigadores han descubierto que un sistema nervioso menos conocido en nuestros intestinos (nuestro “segundo cerebro”) se comunica con el cerebro de nuestra cabeza. Juntos, “nuestros dos cerebros” desempeñan un papel clave en ciertas enfermedades de nuestro cuerpo y en la salud en general. La medicina del comportamiento puede ayudar.
Los trastornos de ansiedad y estrés son un ejemplo sencillo. La ansiedad y el estrés son problemas psicológicos. Sabemos que los problemas gastrointestinales (GI) pueden generar ansiedad y estrés. También sabemos que la ansiedad y el estrés pueden empeorar los problemas gastrointestinales. Se ha demostrado que las técnicas de tratamiento psicológico pueden ayudar a aliviar la angustia gastrointestinal o, al menos, ayudar a una persona a hacer frente a sus síntomas gastrointestinales.
Los investigadores están aprendiendo cada vez más sobre la conexión entre las diferentes partes del sistema nervioso de nuestro cuerpo. La gente está más familiarizada con el sistema nervioso central del cuerpo, que está formado por el cerebro y la médula espinal. Esta red de nervios, neuronas (células nerviosas) y neurotransmisores (sustancias químicas que ayudan a transmitir las señales de las células nerviosas) se extiende desde el cerebro hasta los principales órganos del cuerpo.