Diferencia entre estrés y ansiedad
Diferencia entre estrés y tensión
La mayoría de las personas experimentan estrés y ansiedad en algún momento de su vida. Dependiendo del nivel de gravedad, pueden afectar negativamente a la calidad de vida. Aunque el estrés y la ansiedad comparten muchos de los mismos síntomas emocionales y físicos -inquietud, tensión, dolores de cabeza, presión arterial alta y pérdida de sueño- tienen orígenes muy diferentes. Determinar cuál de los dos está experimentando es fundamental para encontrar un plan de tratamiento eficaz y sentirse mejor.
Por lo general, el estrés es una respuesta a una causa externa, como un plazo de entrega ajustado en el trabajo o una discusión con un amigo, y disminuye una vez resuelta la situación. Dado que el estrés está causado por factores externos, afrontarlos de frente puede ayudar. Si se experimenta un estrés prolongado y crónico, hay muchas formas de controlar y reducir los síntomas, como la actividad física, los ejercicios de respiración, un sueño adecuado y dedicar tiempo a conectar con los demás.
La ansiedad es la reacción específica de una persona al estrés; su origen es interno. La ansiedad se caracteriza normalmente por una “sensación persistente de aprensión o temor” en situaciones que no son realmente amenazantes. A diferencia del estrés, la ansiedad persiste incluso después de que haya pasado la preocupación. En los casos más graves, la ansiedad puede convertirse en un trastorno de ansiedad, el problema de salud mental más común en EE.UU. Los trastornos de ansiedad se clasifican de diversas maneras: ansiedad generalizada, trastorno de pánico, fobias, ansiedad social, trastorno obsesivo-compulsivo y trastorno de estrés postraumático (TEPT).
Diferencia entre el estrés y la ansiedad y la depresión
Cuando uno se siente estresado, también puede sentirse ansioso, y esto lleva a algunas personas a creer que pueden tener un trastorno de ansiedad. De entrada, puede ser difícil detectar la diferencia, ya que muchos de los síntomas físicos son los mismos, como palpitaciones, sudoración, insomnio y dolores de cabeza. Para complicar aún más el diagnóstico, el estrés prolongado puede provocar ansiedad y depresión, por lo que es tan importante aprender a gestionar el estrés.
La diferencia clave entre el estrés y la ansiedad es el periodo de tiempo en el que se sienten los síntomas. El estrés es una respuesta normal incorporada a una amenaza, también conocida como “la respuesta de lucha o huida” y sin ella, nuestra raza no habría sobrevivido. Sin embargo, para algunos, el estrés no ayuda a cumplir ese plazo o a responder a las demandas, sino que provoca un decaimiento físico y un malestar emocional. Y aunque el estrés puede inducir sentimientos de ansiedad, esto es diferente a un trastorno de ansiedad diagnosticado.
Un trastorno de ansiedad se define cuando la ansiedad es persistente, desproporcionada con respecto a la realidad y que interfiere significativamente en la vida diaria de la persona. Un trastorno de ansiedad suele ir acompañado de una preocupación intensa e incontrolable, la evitación de situaciones reales o percibidas que provocan ansiedad y ataques de pánico. Hablar con un psicólogo puede ayudarle a lidiar con la ansiedad dotándole de estrategias para manejar los síntomas y mantener los ataques de pánico bajo control.
Diferencia entre estrés y depresión
Desde fuera, puede ser difícil distinguir las diferencias entre el estrés y la ansiedad. Ambos pueden provocar noches de insomnio, agotamiento, preocupación excesiva, falta de concentración e irritabilidad. Incluso los síntomas físicos -como la aceleración del ritmo cardíaco, la tensión muscular y los dolores de cabeza- pueden afectar tanto a las personas que sufren estrés como a las que son diagnosticadas con un trastorno de ansiedad. Con síntomas que pueden parecer intercambiables, puede ser difícil saber cuándo trabajar en la respiración profunda y cuándo buscar ayuda profesional.
En resumen, el estrés es la reacción de su cuerpo a un desencadenante y generalmente es una experiencia a corto plazo. El estrés puede ser positivo o negativo. Cuando el estrés se activa y te ayuda a cumplir con ese plazo que creías perdido, es positivo. Cuando el estrés provoca insomnio, falta de concentración y una disminución de la capacidad para hacer las cosas que normalmente haces, es negativo. El estrés es una respuesta a una amenaza en una situación determinada.
La ansiedad, en cambio, es un trastorno mental sostenido que puede ser desencadenado por el estrés. La ansiedad no se desvanece en la distancia una vez que la amenaza está mediada. La ansiedad se mantiene a largo plazo y puede causar un deterioro significativo en las áreas sociales, laborales y otras áreas importantes del funcionamiento.
Diferencia entre estrés y ansiedad en psicología
Pero hay algunas diferencias fundamentales entre el estrés y la ansiedad. Y cuando entiendas esas diferencias, estarás mejor equipado para lidiar con ambos problemas -y para ayudar a cualquier persona que sufra a tu alrededor, también.
La ansiedad, sin embargo, se mantiene. La ansiedad tiene síntomas físicos que permanecen, incluso después de haber abordado los problemas subyacentes. No siempre es una respuesta directa a algo externo, aunque el estrés es un desencadenante común.
Por supuesto, cualquiera de estos síntomas aislados podría ser un síntoma de algo totalmente distinto. Pero si está experimentando una gran presión en el trabajo o en casa, y empieza a sentir que algunos de estos síntomas están apareciendo, podría ser el momento de visitar a su médico.
Su médico le hará preguntas sobre su vida laboral y su entorno doméstico. El objetivo es saber qué es lo que le está causando el estrés, y en qué medida; recuerde que hay una gran diferencia entre “signos” y “síntomas”. Desde el punto de vista médico, un signo se presenta externamente y es visible para los demás, mientras que un síntoma es algo que sientes y que debes explicar a tu médico.