Coenzima q10 para que sirve
Beneficios de la coenzima q10
La coenzima Q, también conocida como ubiquinona, es una familia de coenzimas ubicua en los animales y en la mayoría de las bacterias (de ahí el nombre de ubiquinona). En los seres humanos, la forma más común es la coenzima Q10 o ubiquinona-10. La CoQ10 no está aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE.UU. para el tratamiento de ninguna afección médica;[1] sin embargo, se vende como suplemento dietético y es un ingrediente de algunos cosméticos[2][3].
Es una 1,4-benzoquinona, donde Q se refiere al grupo químico de la quinona y 10 se refiere al número de subunidades químicas de isoprenilo en su cola. En las ubiquinonas naturales, el número puede ser de 6 a 10. Esta familia de sustancias liposolubles, que se asemejan a las vitaminas, está presente en todas las células eucariotas que respiran, principalmente en las mitocondrias. Es un componente de la cadena de transporte de electrones y participa en la respiración celular aeróbica, que genera energía en forma de ATP. El 95% de la energía del cuerpo humano se genera de este modo[4][5] Los órganos con mayores necesidades energéticas -como el corazón, el hígado y el riñón- tienen las mayores concentraciones de CoQ10[6][7][8].
Ubiquinol coq10
La coenzima Q, también conocida como ubiquinona, es una familia de coenzimas ubicua en los animales y en la mayoría de las bacterias (de ahí el nombre de ubiquinona). En los seres humanos, la forma más común es la coenzima Q10 o ubiquinona-10. La CoQ10 no está aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE.UU. para el tratamiento de ninguna afección médica;[1] sin embargo, se vende como suplemento dietético y es un ingrediente de algunos cosméticos[2][3].
Es una 1,4-benzoquinona, donde Q se refiere al grupo químico de la quinona y 10 se refiere al número de subunidades químicas de isoprenilo en su cola. En las ubiquinonas naturales, el número puede ser de 6 a 10. Esta familia de sustancias liposolubles, que se asemejan a las vitaminas, está presente en todas las células eucariotas que respiran, principalmente en las mitocondrias. Es un componente de la cadena de transporte de electrones y participa en la respiración celular aeróbica, que genera energía en forma de ATP. El 95% de la energía del cuerpo humano se genera de este modo[4][5] Los órganos con mayores necesidades energéticas -como el corazón, el hígado y el riñón- tienen las mayores concentraciones de CoQ10[6][7][8].
Para qué sirve la coq10
La coenzima Q, también conocida como ubiquinona, es una familia de coenzimas ubicua en los animales y en la mayoría de las bacterias (de ahí el nombre de ubiquinona). En los seres humanos, la forma más común es la coenzima Q10 o ubiquinona-10. La CoQ10 no está aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de EE.UU. para el tratamiento de ninguna afección médica;[1] sin embargo, se vende como suplemento dietético y es un ingrediente de algunos cosméticos[2][3].
Es una 1,4-benzoquinona, donde Q se refiere al grupo químico de la quinona y 10 se refiere al número de subunidades químicas de isoprenilo en su cola. En las ubiquinonas naturales, el número puede ser de 6 a 10. Esta familia de sustancias liposolubles, que se asemejan a las vitaminas, está presente en todas las células eucariotas que respiran, principalmente en las mitocondrias. Es un componente de la cadena de transporte de electrones y participa en la respiración celular aeróbica, que genera energía en forma de ATP. El 95% de la energía del cuerpo humano se genera de este modo[4][5] Los órganos con mayores necesidades energéticas -como el corazón, el hígado y el riñón- tienen las mayores concentraciones de CoQ10[6][7][8].
La vitamina coq10
Por estas razones, la CoQ parece adecuada para su uso en el tratamiento de diferentes enfermedades. Aquí presentamos los avances recientes en el tratamiento con CoQ10 de las enfermedades humanas y la ralentización del proceso de envejecimiento, y destacamos las nuevas estrategias destinadas a retrasar la progresión de las enfermedades crónicas mediante la administración de suplementos de CoQ10.
Las deficiencias primarias de CoQ10 son condiciones en las que se han producido mutaciones patogénicas en los genes implicados en la biosíntesis de la CoQ10 (Tabla 1). Las mutaciones en PDSS2, COQ6 y ADCK4/COQ8B afectan principalmente al riñón induciendo un síndrome nefrótico resistente a los esteroides, mientras que las mutaciones en COQ2 inducen trastornos multisistémicos cuya gravedad se correlaciona con el genotipo mutado (Desbats et al., 2016). Los individuos afectados por mutaciones patogénicas en la secuencia de aminoácidos deducida de COQ4, COQ7, COQ9, y/o PDSS1 desarrollan encefalopatía y los afectados por mutaciones en ADCK3/COQ8A desarrollan principalmente trastornos cerebelosos.
Los niveles anormalmente bajos de CoQ10 pueden asociarse a patologías mitocondriales causadas por mutaciones en genes que codifican componentes de la cadena de fosforilación oxidativa o de otras funciones celulares no asociadas directamente a la función mitocondrial (Yubero et al., 2016). Conocidos como deficiencias secundarias de CoQ10, estos trastornos podrían representar un mecanismo adaptativo a los requerimientos bioenergéticos. Por ejemplo, la deficiencia secundaria de CoQ10 puede aparecer en algunos pacientes con defectos en el transporte de glucosa causados por mutaciones en GLUT1 (Yubero et al., 2014). Un grupo de pacientes con neuropatías muy graves mostró una síntesis de CoQ10 alterada, lo que indica la importancia de la homeostasis de la CoQ10 en la salud humana (Asencio et al., 2016).