Animar a una persona
Cómo animar a alguien a hacer algo
Los ánimos llegan directamente al corazón. De hecho, la propia palabra proviene de la combinación del prefijo en, que significa “poner en”, y la raíz latina cor, que significa “corazón”. Sabiendo la gran diferencia que supone el ánimo en tu propia vida, ¿qué puedes hacer para ayudar a los demás a animarse cuando las cosas se ponen difíciles y el camino parece largo?
1. Aprende los “lenguajes del amor” de las personas, las formas especiales en que se comunican y entienden el amor. En su libro Los cinco lenguajes del amor, Gary Chapman explica que no todas las necesidades emocionales de las personas se satisfacen de la misma manera, y que es importante aprender a adaptarse a sus necesidades. Los cinco lenguajes del amor son: palabras de afirmación, tiempo de calidad, recibir regalos, actos de servicio y contacto físico.
2. Si se te ocurre un pensamiento alentador, ¡compártelo! No dejes que la timidez te frene. Puede que no tenga el mismo efecto si esperas. Forma un nuevo hábito: Anímense los unos a los otros diariamente, siempre que se llame “Hoy” (Hebreos 3:13).
3. Cuando presente a alguien, añada unas palabras de elogio por sus habilidades y logros. También puedes compartir cómo te han ayudado o cuál es la naturaleza de vuestra relación. Es alentador que la gente sea elogiada delante de los demás.*
Frases alentadoras para los estudiantes
A fin de cumplir con la política de uso de información privilegiada de NCR, usted deberá (1) no proporcionar nunca información privilegiada sobre NCR a otras personas que puedan comprar o vender acciones sobre la base de dicha información, (2) tomar precauciones para restringir el acceso a información privilegiada sobre NCR u otra empresa a aquellos empleados que “necesiten conocer” esa información privilegiada sobre dicha empresa, y (4) no comprar o vender valores de NCR o acciones de otra empresa que coticen en bolsa mientras estén en posesión de información privilegiada que no se haya hecho pública.
información privilegiada sobre esa empresa, y (4) no comprar o vender nunca valores de NCR o acciones de otra empresa que cotizan en bolsa mientras estén en posesión de información material que no se haya hecho pública.
La noción de instrucción para discriminar tiene cierta ambigüedad.87 En principio, sin embargo, parece sugerir que requiere que se tomen medidas por parte de una persona que “instruya” a otra, ordenando o al menos
6.8 En cada una de las fases de los debates y del proceso de búsqueda de soluciones consensuadas, debería designarse como “mediador en materia de desarrollo sostenible” a una persona con experiencia en la dirección de debates y sin vínculos con ningún grupo de interés en
Formas creativas de animar a alguien
Cuando animas a alguien, le das el valor o la confianza para hacer algo, como cuando animas a tu hermano pequeño a jugar más fuerte gritando su nombre desde la banda del campo de fútbol.
La palabra animar viene del francés antiguo encoragier, que significa “hacer fuerte, animar”. Cuando animas a las tomateras de tu jardín, las riegas para favorecer su crecimiento y su salud. Animar también puede significar inspirar esperanza, como cuando animas a tus amigos a presentarse a la obra de teatro del colegio felicitándoles por su talento como cantantes o actores.
Cómo animar a alguien con palabras
Hoy en día, si eres un líder de cualquier tipo, no puedes limitarte a dar órdenes a la gente y esperar que hagan lo que tú quieres. Puede que sigan tus indicaciones, si estás observando, pero una vez que se quedan solos volverán a hacer lo que creen que es importante.
Los líderes de hoy, más que nunca, tienen que ganarse la cooperación de la gente. Y hay dos formas principales de hacerlo: la motivación y la inspiración. Aunque las dos palabras se utilizan a menudo indistintamente, en realidad significan cosas muy diferentes, dependiendo de lo que se quiera conseguir.
La motivación consiste en mover a las personas para que actúen de forma que consigan un objetivo específico e inmediato. Cuando se motiva a las personas para que hagan algo que no necesariamente quieren hacer, hay que ofrecerles algo que quieran a cambio.
Cuando los entrenadores dan a sus equipos una charla de ánimo durante el descanso, están utilizando la motivación. Quieren que sus jugadores vuelvan al campo o a la cancha con energía y concentración renovadas, aunque estén demasiado cansados o desanimados para intentarlo. ¿Su recompensa? La victoria.